Desde la inauguración de La Tejedora, mural vivo, el primero del país, nada los detuvo y las manos de los artistas y de cada jujeño que quiera participar de las pinceladas fue recreando nuevos murales.
Desde Jujeño Señores, se creó un banco de pintura, si, un banco en que se invitó a la donación de pintura para poder pincelar con colores las calles de nuestro querido Jujuy.
Así comenzó una nueva historia, con el respaldo de cada uno de los que transitan las calles entre Senador Pérez e Independencia. No hay quienes no se sientan atraídos por agarrar la broncha y el pincel y comenzar a dejar su huella en este sueño, que no es más que devolverle a la tacita de plata su brillo.
Fue grata la sorpresa del grupo de jóvenes que sin ningún fin político vieron como la gente aceptaba esta iniciativa y se sumaba.
Nuevos aplausos para quienes aún creen que involucrarse desde estas sencillas acciones podemos cambiar la mirada de nuestra ciudad.