Todos se encargaron pacientemente de esmerilar la figura de un Scioli al que jamás quisieron como candidato, le marcaron la cancha en todo momento, lo maniataron en su territorio y en el plano nacional, le hicieron sentir el desprecio más como un enemigo que como un socio político, hasta cuando su candidatura fue inevitable se encargaron de decirle a todo el mundo implícita y explícitamente que no había más remedio por eso lo apoyaban.
Daniel Scioli soportó todo y mucho más , entendía que debía hacerlo para ser candidato, la bendición de Cristina lo ponía en la línea de largada de la tan ansiada carrera presidencial, sin este apoyo no sería posible, en este entendimiento todo era posible, el kirchnerismo le daba ese piso electoral de base, su personalidad amigable, no confrontativa, con una diferencia marcada y profunda en la forma de gobernar y relacionarse podía penetrar en aquellos sectores donde el kirchnerismo es rechazado, el rival venía como anillo al dedo, Mauricio Macri significaba un giro hacia la derecha y un límite marcado para muchos peronistas que votaban por Massa, pero en segunda vuelta Macri era casi indigerible.
Con este escenario la mesa parecía estar servida en bandeja, todas las encuestas decían eso, ni la mochila de Aníbal Fernández como candidato en Provincia parecía poner en riesgo el triunfo, hubo varias luces de alarma, ninguna pareció tener la dimensión para torcer el rumbo, en la interna varios empezaban a pedir un alejamiento de los dislates de Cristina, su divorcio con la sociedad era cada vez más profundo y en una actitud incomprensible se encargaba de profundizar el mismo, semanas llenas de cadenas nacionales se asemejaban a un suicidio político, datos de una economía que hace agua peligrosamente, más una crisis política que tiende a profundizarse generaban un fuerte debate interno alrededor de Scioli, Gustavo Marangoni presidente del Bapro y Maurice Closs gobernador de Misiones, fueron tal vez algunas de estas expresiones más sonoras, pero fue solo ÉL, el hombre que parece de amianto el que decidió no realizar cambios, las encuestas le decían esto, pero también su forma de ser lo llevaba a persistir en lo que después resultó ser un error.
La realidad es que algo falló, nadie creyó ni acertó que Macri iba a terminar tan cerca, Vidal arrasó en Buenos Aires y con ella el arrastre nacional que termina rompiendo todos los pronósticos, el concepto del cambio se metió en todo el mundo, lo que parecía imposible se plasmó en números sorprendentes, hoy el que parecía ser el candidato que corría con el caballo de comisario viene de atrás, quien ganaba en las encuestas paso a tener escasas posibilidades, desde el Gobierno Nacional no parecen dispuestos a hacerle nada fácil, Cristina en un acto ni lo nombró, hasta pareció facturarle que dilapido su 54 %, quienes lo rodean le piden que se diferencie, parece demasiado tarde para convencer, la idea de cambiar se instaló en la sociedad, en la desesperación empezó a hablar de 82% móvil para jubilados o cambios en ganancias, desde el gobierno salieron a desautorizarlo, su propio candidato a vice lo desairó, será muy cuesta arriba el camino del balotaje, su desmedida obsecuencia lo perjudicó dejándolo como un rehén de un gobierno, que en su retirada tiene más de un 60% de gente desconforme. Pereciera ser que no logró ni ser el candidato oficial, ni el de la gente que quiere cambios, pero sin saltos al vacío muy profundos, las cualidades parecía tenerlas pero parece ser que esta forma de hacer política, evitando respuestas y jamás jugándose por nada, lo puede dejar fuera de la carrera presidencial.
El sistema electoral estuvo en la picota esta semana, más allá de la defensa irrestricta que se hizo desde presidencia, lo cierto es que muchos piensan que se deben generar cambios. Sobre todo en Tucumán donde el papelón estuvo en su máxima expresión, pero también aportando sólidos argumentos al hartazgo nacional y al deseo de cambio.
Fue el mismo gobernador tucumano José Manzur el que al momento de asumir hablo de la necesidad de una reforma política, el festival de acoples en su provincia colaboró en parte con este debacle en la calidad institucional del Jardín de la República.
Jujuy no le fue en saga, el sistema de colectoras se parece en demasía a la nefasta ley de lemas, dentro de los engendros que permite, podemos contar dos como los más representativos, Perico terminó con 12 candidatos a intendentes, convirtiendo a José Carlos Ficoseco con el 21,06% de los votos en Intendente, hoy en Perico hacen apuestas para ver en cuanto tiempo el deliberante lo tumba, o el caso de Monterrico donde Ybarra ganó llevando 6 colectoras, ninguna de ellas perforo el piso, será el único caso de un intendente que no tendrá ningún concejal que le responda.
La dirigencia política de Jujuy fue incapaz de debatir una reforma política, se llenan la boca de hablar de su necesidad, pero en realidad es una actitud de gatopardismo, jamás estuvo en la agenda este debate, la gente se lo hizo saber, con su voto hecho a la mayoría de los eternos del poder demostró una madurez y un poder de fuego que obliga a tenerla más en cuenta, en 32 años de democracia demostró tener un mayor crecimiento que la pobre dirigencia política que tenemos, los cambios se producen con los dirigentes a la cabeza, en Jujuy fue con la cabeza de los dirigentes.
Saliendo de lo político pero en un tema que tiene que ver con las decisiones políticas, se conoció en esta semana la preocupación de las empresas constructoras por el futuro de la actividad, cinco de las principales se reunieron manifestando esta preocupación, Techint, Cartellone, Panedile , Helport y Chediack forman parte de este selecto grupo, fuentes confiables dijeron que se habló del atraso en los pagos, sobre todo en las obras viales, Vialidad Nacional estaría a hoy pagando a los 12 y 14 meses, el atraso es de dos años de su presupuesto, la decisión sería bajar los ritmos de obra, salvo las que tienen financiamiento internacional no sufrirían atraso, las que se manejan desde fondos federales son de dudosa continuidad, en Jujuy la duplicación de la ruta 1 avanza a ritmo vertiginoso, la duplicación de la ruta a Yala se paralizó completamente, este fin de semana desaparecieron los frentes de obra, los rumores parecen tener total asidero por lo que se ve en Jujuy.
El 22 de noviembre será el balotaje, los dos candidatos prometerán de todo para llegar al electorado, el 11 de diciembre el que llegue chocara inevitablemente con la realidad de un país devastado en sus finanzas, exiguas reservas, déficit fiscal y comercial, atraso cambiario y tarifario, índices mentirosos y economías regionales en crisis, todo parece decir que la sensación de cambio también influirá en este resultado, muchas veces las reacciones contra los gobiernos populistas corren a la gente hacia la derecha.
Por Alberto Siufi