Vergüenza, bronca, impotencia, algunos de los sentimientos que nos inundan cuando vemos lo que sucedió en la comuna de Yala, una horda de 30 delincuentes identificados con las siglas del Seom, bajaron de un colectivo fletado por el gremio a las primeras horas del día, entraron a la sede de la comuna y golpearon a quien se le cruzara, rompieron vidrios, quemaron cubiertas, pintaron paredes, todo en forma sincronizada y profesionalmente realizadas, como ya están acostumbrados en este gremio. Cumpliendo prolijamente las órdenes recibidas, en esta oportunidad con el agravante no menor, de que todas las personas que estaban en el edificio y que fueron agredidas eran mujeres, 10 mujeres indefensas atacadas por 30 profesionales del disturbio y la agresión, no solo golpearon, también prendieron fuego a cubiertas poniendo en riesgo la vida de quienes, aterradas, se habían refugiado dentro de las oficinas, al término del ataque, fueron a la ruta y cortaron una ruta nacional por varias horas, con total impunidad y con la tolerancia ya extrema de quienes tienen la obligación de poner orden.
Realmente vivimos en una sociedad que hace culto de la hipocresía;
-el Seom que pretende justificar el ataque y la toma de la Comisión Municipal, para supuestamente defender a dos empleados de frondosos antecedentes por causa del alcohol, que fueron sancionados por generar problemas alcoholizados.
-Carlos Santillán que justifica la agresión diciendo que los 30 pobres angelitos fueron insultados, mechoneados, arañados por las 10 desaforadas mujeres y no les quedo más opción que defenderse, y lo dijo sin avergonzarse ni ponerse colorado.
-Una ruta nacional se corta varias horas por esta causa y por el accionar de estos 30 gremialistas, a nadie parece preocuparle y después hablamos de turismo y de atraer inversiones, alguien podría explicarnos, que se le dice a un turista que contrató una excursión al norte y no puede llegar por que el comisionado de Yala suspendió a dos personas por problemas de conducta, como se le explica a ese turista que en Jujuy, no sabemos cómo hacer para despejar una ruta nacional, único acceso a la Quebrada de Humahuaca, Patrimonio de la Humanidad.
-¿Cómo se entiende el silencio cobarde y cómplice de todo el mundo?, como pueden ser golpeadas 10 mujeres de esa manera y que nadie diga una palabra, el Seom forma parte del FGE, no tiene nada que decir Yolanda Canchi de ATSA, de tan repudiable accionar, Susana Uztarez representante de empleados de Tribunales de Cuenta no tiene nada que decir?, el resto de los gremios les parece correcto?, la intersindical de la mujer se quedara callada?, la Secretaria de la Mujer ?, las ONG y todos los organismos que hacen fila el 8 de marzo para homenajear y discursear no tienen nada que decir ?, o realmente se habla en esa fecha y después no pasa nada, o lo que es peor nos parece que es mejor callarnos, no vaya a ser que las represalias del Seom nos lleguen a nosotros, no correspondía por lo menos una disculpa oficial del gremio?
Es una sociedad de hipócritas, lo que es peor es que si la agresión a las mujeres de Yala, hubiera sido por parte de la policía, por ejemplo en un desalojo, hoy Jujuy ardería, habría marchas de repudio, pedirían la cabeza de jefes y ministros, los medios de prensa llenarían titulares, pero no fue la policía, para peor fue un gremio de los pesados, mejor es quedarse piola, si solo eran diez mujeres, encima hasta le cabria la frase de esos años, y algo habrán hecho.
Ya que hablamos de hipócritas, a partir de mañana lunes 29, los afiliados de PAMI se quedan sin atención sanatorial, ocho meses de promesas incumplidas, débitos caprichosos, ninguneo, falta de pago y un desprecio manifiesto por parte de las autoridades de la obra social, llevaron a este callejón sin salida que hoy se materializa en este corte por parte de las clínicas y sanatorios, medida extrema, grave, de terribles consecuencias, que lamentablemente vienen siendo advertidas hace meses.
Jujuy hasta el año pasado convivía con un sistema de pago por prestación, acotado en algunas especialidades y con la contención de los médicos de cabecera, que mantenían un nivel aceptable de atención, lógicamente escapaba de los valores por afiliados de otras regiones, que trabajan bajo el perverso sistema de cápita, los que brindando un peor servicio gastaban lógicamente menos, la orden era terminar a cualquier costo con esto, Jujuy era un mal ejemplo para el resto, el costo por afiliado estaba fuera de los estándares que los genios de los números que dicen que deben ser, por supuesto sin importar cantidad de habitantes, características geográficas y todo lo que hace a Jujuy tan particular, el tema es gastar menos, en este esquema llegamos a la realidad de hoy. Volveremos a ver a abuelos deambulando por hospitales colapsados y para peor a nadie para darle una respuesta, en casa central nadie te atiende y la delegación local en manos de un inoperante, sin poder de decisión para resolver nada, así empezaran la semana los abuelos lamentablemente.
Por: Alberto Siufi