El kirchnerismo no existiría sin la existencia de un enemigo, Néstor llegó al poder de la forma que todos sabemos y comenzó a construir poder eligiendo desde el primer día quien sería su enemigo, así creció sin darse cuenta Mauricio Macri, fueron Néstor y Cristina después los que lo fueron elevando y subiéndolo al ring de la política, desde ese momento y hasta hoy fue, es y será la víctima preferida para cargarle todas las culpas, seamos sinceros, con el tiempo Mauricio se hizo acreedor a muchas de esas culpas con sus acciones.
La victimización y el echar culpas y buscar responsables le dio a Cristina muy buen resultado, cuando todo era duda y confusión apareció la temprana desaparición de Nestor, la tragedia familiar fue la escusa ideal para generar la estrategia, desde el minuto uno de su muerte nadie pudo ver a Néstor sin vida, no se filtró una foto que de confirmación y el cajón cerrado en forma inmediata para que nadie lo vea, nacía la leyenda de Néstor vive en el corazón de la militancia, Cristina en el papel de viuda joven e indefensa capitalizó poder y bloqueaba a la oposición, como atacar a una mujer en esa instancia de tanto dolor fue el escenario ideal para construir un triunfo arrollador en el 2011.
Hoy muchos creen ver un escenario parecido, la Vicepresidenta atacada que logra sobrellevar por la suerte del destino su asesinato, el frustrado magnicidio para una vez mas victimizarse y construir una candidatura que desde hace mucho tiempo dicen las encuestas que es imposible.
Dejemos esto por un rato para analizarlo después y volvamos a ver objetivamente cuales eran las condiciones de aquel momento y cuales son las de este.
En aquel año 2011 Cristina era presidente, su gobierno no era bueno y ya había dilapidado gran parte de la buena situación que había dejado Néstor, el
Banco Central de la República Argentina (BCRA) no tenía problemas de reservas, la balanza comercial no era positiva en los números gloriosos de la época de Néstor pero todavía daba respiro, el superávit fiscal ya había mutado a déficit y crecía el despilfarro energético, todavía tenía aire pero ya daba señales de riesgo que nadie quería ver, para asegurar los comicios se profundizó la generosidad de una caja de la cual ya salían más fondos de los que entraban pero que a la política esas cosas no le preocupan.
Hoy nada de esa situación se da, el BCRA está literalmente sin reservas, el déficit fiscal es insostenible, la crisis energética es absoluta y la tan mentada soberanía energética fue sacrificada en el nombre del populismo y la política de dádiva, llegó el momento del ajuste y las restricciones, la justicia antes dominada y sin resistencia empezó a marcar la cancha y lo que Cristina jamás pensó que podría pasar sucedió, ella que creía haber sido juzgada por la historia y absuelta por el voto popular llegó a un juicio oral con tres toneladas de pruebas en su contra, su núcleo duro que la sigue a todos lados sin condicionamientos da señales de haberse reducido drásticamente, consciente de la imposibilidad de su candidatura encontró en Alberto Fernández la jugada ideal para captar votos de sectores mesurados que creyeron ver moderación y hoy se dan cuenta del error, para colmo Alberto tiene la virtud de no ser querido por nadie, los opositores por lógica, los sectores peronistas moderados por una gran decepción y el kirchnerismo por que nada de lo prometido a Cristina se cumplió, la justicia que debía ser coptada y disciplinada hoy la tiene a Cristina sentada en el banquillo de los acusados y siendo participe del peor gobierno de la historia. Este escenario de hoy redujo según las encuestas las posibilidades de Cristina a menos del 30 %.
Acá apareció el intento de magnicidio y la idea de una nueva victimización como plataforma de lanzamiento de una nueva candidatura, el Frente de Todos se unió como arte de magia y diseño la estrategia para un camino en un solo sentido, Cristina Fernández de Kirchner 2023 fue la consigna y hacia ese rumbo arrancaron los fieles y los resignados. De nuevo la estrategia del enemigo, esta vez los elegidos son los odiadores, acá entran opositores, periodistas, medios hegemónicos etc, dos horas habían pasado y Alberto Fernández por cadena nacional ya anticipaba que el frustrado magnicida actuaba influido por el odio de los odiadores y ya el presidente sabía quienes eran los odiadores, de ahí en más todos unificaron el discurso y se instalo el pensamiento único sumergiendo a toda la sociedad en una grieta cada vez más profunda.
Para lograr el objetivo no dudaron de nada, sesiones legislativas innecesarias como la del senado para señalar a los que lógicamente no quieren prestarse al circo, utilización política de una misa en Lujan donde utilizan a un episcopado que intentaba una jornada de reflexión y oración y quedo envuelto en un acto político del cual tampoco hizo mucho para despegarse, empezaron a trabajar en un proyecto de ley contra el supuesto discurso del odio, una iniciativa para cercenar la libertad de expresión y silenciar a todos los que pretendan oponerse, leyes que ya la tienen países como Venezuela, Nicaragua, Cuba, El Salvador, tal vez el espejo en el que quiere mirarse el kirchnerismo, más cercano a dictaduras que a democracias.
Sergio Massa recepto en EEUU la preocupación por esta acción y pidió desde el Norte que paren esa locura, se apresuro la vocera Cerrutti a negar lo que era evidente.
Hoy parece que intentarán frenar un poco el ataque frontal a los supuestos odiadores, el Ministro del Interior intento 4 días después de hablar de 3 toneladas de editoriales y programas que empujaron al lobo solitario a matar, convocar a un diálogo que nadie cree. ¿A que se debe el cambio? Todo parece indicar que las encuestas que hicieron no les da el resultado esperado, la actual victimización no da los resultados esperados, la gente parece más preocupada por la inflación, la inseguridad y tal vez la corrupción que se hace cada vez más notoria y lacerante, la estrategia comienza a tambalear y todo parece confusión, el drama es que en medio de esta confusión vemos acciones que generan mucho temor por el futuro, enumeramos algunas que dan mucho miedo y pronostican un futuro de mucha confrontación.
Jose Mayanz jefe del interbloque advierte, si quieren paz social terminen el juicio de vialidad.
La legisladora Gisella Marziotta presenta un proyecto para penalizar a los jueces del Lawfare con prisión, algo que Nicolás Maduro se ánimo a tanto.
Alberto Weretilneck en el Senado dijo "después del intento de asesinato empezó a correr el minutero si no se detiene no quiero ser pesimista, agorero ni alarmista pero podemos estar en el inicio de una etapa muy triste y muy oscura para Argentina", demasiado grave para que nadie le exija una explicación, pareciera ser que para algunos trasnochados todavía 30.000 muertos no fueron suficientes para la vida democrática Argentina.
Realmente el país está lleno de odiadores no cabe duda, lo difícil será identificar a los mismos, muchos deberían mirar la viga en sus ojos antes de buscar la paja en el ojo ajeno .